Junto con la epidemia E Coli se expande en Alemania al mismo ritmo, el desconcierto sobre el origen de la enfermedad y las criticas por la gestión de la crisis por parte del gobierno. Primero culparon a los pepinos españoles, despues a un cultivo de brotes vegetales en la Baja Sajonia.
Políticos desmentidos por sus laboratorios. Falta de coordinación.
La desorientación alemana ha recibido duras criticas en la reunión de ministros de salud de la Unión Europea. Ambientalistas, opositores, expertos y consumidores reprochan tambien la información atomizada y caprichosa, repartida entre diferentes autoridades, tan rápidas en anunciar alertas injustificadas, "pistas prometedoras" como lentas para justificarlas. Cuestionan además algunos expertos, el tratamiento que están utilizando los médicos alemanes para combatir la enfermedad, a base de antibióticos, de los que no se saben sus efectos secundarios.
Por otra parte, si el origen de la infección estuviera en las aguas residuales, "otro" posible sospechoso que todavía no descartan es la carne. La República Checa ha anunciado que comenzarán a analizar sus importaciones de carne alemana. Desde el Hospital Clinic de Barcelona (España), especialistas suponen que en consecuencia, no sería descabellado pensar en otros derivados infectados, como las salchichas.